La acogida al camaleón superó todas nuestras expectativas, tanto es así que, ante la constante afluencia de público,los organizadores de la biblioteca tuvieron que poner sillas extras, y todavía quedó gente de pie.

La cara de felicidad de Anna López Artiaga lo dice todo. Para nosotras es una satisfacción contribuir un poquito a que se realicen los sueños de nuestros autores.